jueves, 9 de noviembre de 2017

LA CATEDRAL MÁS BONITA DE MADRID


Sabías que en Madrid hay, nada más y nada menos, cinco catedrales? Pues sí. Y teniendo en cuenta que en todo el país hay 88, podemos  decir que no vamos mal servidos...
Tres de estos templos madrileños están dedicados al culto católico, una al anglicano (la neogótica Iglesia Catedral del Redentor, en la calle Beneficencia), y otra es ortodoxa (la Catedral del Apóstol Andrés y San Demetrio, (situada en la Gran Vía de Hortaleza).

De las de rito católico, Nuestra Señora de La Almudena es la más conocida por todos. Tiene categoría de basílica mayor desde 1993. Anteriormente, concretamente desde 1885, el título lo ostentaba la Colegiata de San Isidro, situada en la calle Toledo.  
Y, quizás, la más desconocida es la Iglesia del Sacramento que, desde 1979, es sede del Arzobispado Castrense, de ahí el añadido, Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, lo que la convierte en la Catedral Castrense. Está situada en la calle Mayor, muy cerca de La Almudena.
Este santuario fue diseñado por Juan Gómez de Mora, artifice también de la Plaza Mayor.  Su construcción se inició en el año 1671 y concluyó en 1744. 
Se construyó como templo del convento de las monjas bernardas fundado en 1615 por el Duque de Uceda, valido del rey Felipe III. Pero lo cierto es que la iglesia es lo único que queda de todo el complejo religioso, ya que el edificio monástico fue destruido durante la Guerra Civil (la iglesia también resultó muy dañada), y fue demolido en 1972. Actualmente, hay un bloque de viviendas, pero se ha mantenido el que fue el huerto de las monjas y la fuente que también albergaba.


La fachada es característica del barroco español hecha con granito, mampostería y ladrillo. Es obra de Pedro de Ribera, arquitecto que también hizo el Puente de Toledo, el cuartel de Conde Duque, la Ermita de la Vírgen del Puerto o el Hospicio de San Fernando (actual Museo de Historia de Madrid). El bajo relieve representa a San Benito y San Bartolomé adorando al Santísimo Sacramento.



Desde el exterior, apenas se percibe la grandeza de la cúpula de medio cañón, que está decorada con ángeles jugando.






Este templo es el máximo exponente de la arquitectura barroca madrileña que se caracteriza por su sencillez de formas en el exterior y, en cambio, un interior con decoración muy recargada. La decoración del interior se atribuye a Andrés Esteban. En el retablo del altar mayor también aparecen San Benito y San Bartolomé adorando al Sacramento.




La planta, de una sola nave, es de cruz latina. Entre las obras de arte que pueden apreciarse hay cuadros de Luca Giordano (también conocido cómo Lucas Jordán). Los retablos son de estilo Rococó.  El del altar mayor, con una pintura de San Bernando y San Benito adorando la Eucaristía, es del pintor gallego Gregorio Ferro.
Lss pinturas al fresco de bóvedas y muros son de los hermanos Luis, Antonio y Alejandro González Velázquez. 









En 1982 la iglesia fue declarada Monumento Artístico Nacional.


No hay comentarios:

Publicar un comentario