Los fines de semana Madrid sale a la calle. Y lo hace independientemente de que haga frío o calor, llueva o nieve (bueno, eso menos. Hay registros de que, desde 1950, han habido menos de 30 nevadas en la capital). Y el mejor plan para un domingo es darse una vuelta por algunos de los numerosos mercados que hay en la calle. El segundo fin de semana de cada mes abre sus puertas el
Mercado de Motores, situado en una antigua estación de tren que ahora alberga el Museo del Ferrocarril (donde se rodaron escenas de "Doctor Zhivago"), que le dota de un encanto muy especial.
El sábado y el domingo, entre las 11 y las 22 horas, puedes encontrar desde objetos vintage, de segunda mano y otros realizados por jóvenes creadores que encuentran aquí una plataforma ideal para dar a conocer sus trabajos. Y todo amenizado con música en directo. Por cierto, la entrada es gratis. http://mercadodemotores.es/
Mercado de Motores, situado en una antigua estación de tren que ahora alberga el Museo del Ferrocarril (donde se rodaron escenas de "Doctor Zhivago"), que le dota de un encanto muy especial.
El mercado se desarrolla cada segundo fin de semana de mes en el Museo del Ferrocarril. |
El sábado y el domingo, entre las 11 y las 22 horas, puedes encontrar desde objetos vintage, de segunda mano y otros realizados por jóvenes creadores que encuentran aquí una plataforma ideal para dar a conocer sus trabajos. Y todo amenizado con música en directo. Por cierto, la entrada es gratis. http://mercadodemotores.es/
Pero no es el único. Cualquier madrileño de pro o turista que se precie debe darse un garbeo por el Rastro, el mercado más añejo y castizo de la capital, pues data, ni más ni menos que de 1740. Con más de 3.500 puestos este mercado puede disfrutarse también los días festivos. No hay que perderse las calles aledañas con objetos de segunda mano.
El emplazamiento sigue siendo el mismo. En esta zona había muchos curtidores de pieles y puestos de venta de carne. Y es que un poco más abajo se encontraba el Matadero. Precisamente el nombre viene del rastro que dejaba la sangre de la carne en el suelo al trasladarla desde el Matadero. http://www.elrastro.org/


El emplazamiento sigue siendo el mismo. En esta zona había muchos curtidores de pieles y puestos de venta de carne. Y es que un poco más abajo se encontraba el Matadero. Precisamente el nombre viene del rastro que dejaba la sangre de la carne en el suelo al trasladarla desde el Matadero. http://www.elrastro.org/
Típico organillo en el que suena la B.S.O. madrileña: el chotis. |
Otro mercadillo que no hay que perderse es el conocido como de Tetuán, antiguamente asentado en este barrio de Madrid, aunque en 2007 se trasladó a la Plaza de Castilla. Tiene más de 300 puestos regentados por familias gitanas que anuncian a voz en grito los productos, lo que le confiere un aire muy genuino y divertido. A diferencia de El Rastro, aquí puedes encontrar puestos de comida. Los tenderetes de fruta y verdura ofrecen calidad a precios muy ventajosos. Eso sí, hay que armarse de paciencia porque suele haber mucha gente.
Otra ventaja es que es fácil andar por él puesto que las avenidas son amplias.
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