Obviamente, el Museo del Prado o el Reina Sofía son paradas obligatorias si vienes a Madrid. Pero por qué no adentrarse en lugares igual de impactantes pero más íntimos como el Museso Cerralbo (museocerralbo.mcu.es).
Bastan un par de horas para conocer este interesantísimo lugar que fue la residencia de Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII Marqués de Cerralbo, un linaje emparentado con la Casa de Alba, la de Osuna y la de Medinaceli, de las más importantes de España. ¿Y quién era este hombre que atesoraba hasta 30 títulos nobiliarios? Pues, sin duda, un adelantado a su época (vivió entre 1845 y 1922). Aristócrata, arqueólogo, coleccionista, político (adscrito al partido carlista, dio más de dos mil mítines en favor del Infante Don Carlos) y, huelga decir que millonario. ¿Y qué deir de su vida, digna de portada de revista del corazón? Se casó con la madre de un compañero de Universidad, Inocencia Serrano y Cerver, que era 29 años más mayor que el Marqués y que aportó al matrimonio dos hijos de un matrimonio anterior (Antonio, el íntimo amigo de Cerralbo, y Amelia). El día de su boda, él tenía 26 años y ella 55. Debían ser una familia muy bien avenida porque se dedicaron a recorrer España y los principales museos de Europa comprando piezas en subastas (como las que tenían lugar en el Hotel Drouot de París), buscando convertir su palacete en un museo.
En el S. XIX las habitaciones se denominaban por el color de los estampados. Ésta es la rosa y pertenecía a la hija. |
En las habitaciones hay piezas únicas como esta lámpara adquirida en una feria de Venecia que cuelga del baño. |
El Palacete se empezó a construir en 1883 y se terminó diez años después. Era la residencia habitual de la familia, y tenía una parte para el invierno y otra para el verano. El propio Marqués participó activamente en la distribución de las estancias, la decoración y el diseño del mobiliario y de los jardines.
Durante la Guerra Civil, cayó un obús en el palacio que, sin embargo, no llegó a explotar. Todo un milagro teniendo en cuenta que el palacio estaba ubicado en pleno frente.
La armería tiene más de 400 piezas. Destaca esta armadura japonesa de 1614. |
La casa contaba con todos los adelantos más importantes de la época
(agua corriente y caliente en los baños, teléfono, interfonos para comunicarse con el servicio y electricidad). |
En el Palacio hay diversas estancias. Destacan el comedor de gala (situado en la Planta Principal, destinada a la vida social de la familia), la sala de baile, la de billar (con una imponente mesa francesa de 1855), el despacho del Marqués y su biblioteca, que alberga ni más ni menos que 20.000 volúmenes de los temas más diversos y en distintos idiomas.
También hay que destacar la enorme colección de monedas y medallas que el Marqués empezó a coleccionar cuando tenía 6 años. Atesoró 24.000 piezas a lo largo de su vida.
También hay 70 relojes por toda la casa, la mayoría en funcionamiento. A destacar dos de los denominados misteriosos (llamados así porque es imposible atisbar dónde está la maquinaria).
Y en cuanto a los cuadros, los hay de Goya, Zurbarán, Alonso Cano, Tintoretto, Vicente Carducho o El Greco.
Tampoco hay que perderse la importante colección de fotografías que hay en todas las estancias, especialmente en el pasillo de la planta entresuelo.
En el salón de baile se siguen celebrando conciertos y conferencias. |
Este palacio-museo se conserva tal y como estaba durante la vida del Marqués. Su gran aliciente es que nos permite conocer cómo vivía la aristocracia madrileña del sigloXIX. Si quieres verlo gratis, visítalo el jueves por la tarde (de 17 a 20 h) o el domingo. En cualquier caso, la entrada sólo cuesta 3 euros y, desde luego, resulta un precio irrisorio si tenemos en cuenta que alberga una importantísima colección privada de cuadros, muebles, armaduras, vajillas, monedas, libros, tapices, porcelanas.... y todo lo que se pueda imaginar. En su día fue la más valiosa y completa de España. De ahí que merezca la pena verla. Su quieres saber más echa un vistazo a este artículo:
http://www.artwis.com/opinion/el-museo-cerralbo-un-paseo-entre-la-arqueologia-los-viajes-y-la-politica-de-finales-del-xix/
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