domingo, 10 de abril de 2016



PONTEJOS: UN UNIVERSO PARA LOS AMANTES DE LA COSTURA


Si tu mundo discurre entre bobinas de hilo, botones y demás rudimentos de costura y la labor te produce bienestar,  encontrarás  un verdadero paraíso en Pontejos (http://almacendepontejos.com) , una mercería  situada justo detrás de la Puerta del Sol, en la que tienes más de 150.000 artículos para elegir (como curiosidad, ofrecen hasta 500 tipos diferentes de encaje de color blanco).  De hecho, se dice que si no lo encuentras en Pontejos es que no existe…
Pero tengo que sacarte de un error, Pontejos es realmente el nombre de la plaza en la que se encuentra  esta tienda, justo entre los números 2 y 4, igual que otras muchas también dedicadas al gremio de la mercería. Por cierto que en esta calle vivía Jacinta, una de las protagonistas de la obra de Benito Pérez Galdós, “Fortunata y Jacinta”. El verdadero nombre del establecimiento hace referencia a su creador, Antonio Ubillos Baztarrica, un guipuzcoano, que llegó a la capital para trabajar en la mercería de un tío, donde llegó a ser gerente, hasta que se aventuró a crear su propio el negocio que inauguró el 1 de mayo de 1913. La fama le sobrevino porque traía las mejores puntillas de Suiza para confeccionar el ajuar de las jóvenes casaderas. Ahora ya andan por la cuarta generación dedicada a sacar adelante esta tienda, al tiempo que ponen en marcha el negocio online y la Academia Pontejos, donde imparten clases de punto, ganchillo y patchwork. En total 35 personas, todas ellas familia, trabajan en este negocio que ayuda a desarrollar la creatividad de generaciones de españoles.







Aunque la tienda se reformó en 1975, casi todo el mobiliario (mostradores de madera, lámparas o muestrarios) es el original. Hasta las cuentas se hacen a mano.
Cada día pasan por esta tienda unas 2.500 personas.

Sus compradores son fieles desde generaciones. Además, la mayoría de los modistas españoles adquieren aquí los útiles para confeccionar sus creacioes.




Aquí se pueden encontrar objetos de precios muy diversos: desde 5 céntimos un botón a 600 un costurero.
Cada semana reciben entre 50 y 100 productos nuevos de todas partes del mundo que les suministran sus 500 proveedores.

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