sábado, 17 de septiembre de 2016


TIPISMO DE LO MÁS SABROSO

Pues sí, muy turísticos, ¡¡¡¡pero cómo nos gusta paladear nuestros productos autóctonos!!! Unos crujientes churritos o porras mojados en un humeante y espeso chocolate es lo mejor para entonarse en un día frío; o un chorro de buen aceite (cuanto más turbio, mejor) sobre nuestras tostadas mañaneras nos ayuda a encarar el día con otro talante. Sin duda, no hay placer mayor que dejarse la dentadura triturando un buen turrón de los duros. Y a los que les gusten las chuches, ¿cómo resistirse a los delicados caramelos de violeta?  Y no, no es lo mismo un buen azafrán que dé  color y sabor a nuestra paella, que un mero colorante. Y es que, a través del estómago, también se puede conocer una cultura. ¿Quieres conocer cuál es la historia de estos productos? Sigue leyendo.


Puede que te sorprenda, pero la costumbre de tomar chocolate con churros o porras es bastante reciente, data de principios del siglo XIX.
El chocolate tiene la friolera de tres mil años, y llegó a España en el siglo XVI, de la mano de Hernán Cortés; y ya aquí se le añadió canela y azúcar para adaptarlo a nuestro paladar.
Pero su acompañamiento, los churros, eran comida de pastores (era un alimento energético. También el nombre tiene relación con ellos: churro viene de las ovejas churras -aunque, al principio, se le conocía como fruto de sartén). Su elaboración se remonta al siglo XIV y tiene origen sefardí.
Esta comida de pastores se extendió gracias a las ferias ambulantes, donde se freían a destajo (igualito que ahora). También se  come en Suramérica. En Cuba, por ejemplo,  después de un velatorio.


San Ginés es, sin duda, la chocolatería más famosa y antigua de Madrid. Abrió sus puertas como hospedería en 1890, ofreciéndo este majar como desayuno. Ya en 1894 se especializó. Desde 2010 tiene una sucursal en Tokio.




Alicante, Valencia, Teruel, Agramunt (en Cataluña), Extremadura o Toledo son los principales productores de turrón en nuestro país. Un energético dulce que lleva almendras peladas y tostadas u otros frutos secos,  miel y hasta clara de huevo, ingredientes muy utilizados en la repostería de Al-Ándalus durante la Edad Media.
Un tratado del siglo XI escrito por un médico árabe menciona el "turun" que fue traido por los árabes a las costas de España e Italia.
Es un dulce típico consumido principalmente en Navidades. Primero porque como para su elaboración se utilizan ingredientes caros, se comía sólo en ocasiones especiales. Luego porque fue Felipe II quien instauró la costumbre de  tomarlo en fechas navideñas.



Escaparate de Casa Mira, especializado en turronesy otros dulces navideños artesanales. La tienda fue fundada por Luis Mira en 1855. Cuentan que, al principio, venía a Madrid desde Jijona para vender género, pero antes de llegar a Albacete ya había acabado con las existencias. Fue proveedora de la Casa Real desde los tiempos de la reina Isabel II hasta Alfonso XIII. www.casamira.es


El uso de la aceituna se remonta al año 4000 AC, en Oriente Medio, entre las regiones de Palestina, Creta y Egipto. La extracción del aceite de la aceituna tenía fines alimenticios pero también medicinales. De hecho, en Babilonia, al médico se le llamaba "asu", que significaba "conocedor de los aceites". En muchas civilizaciones recibía el nombre de "oro líquido". Los primeros olivos que hubo en España de los que se tienen noticias fueron plantados en Cádiz y Sevilla.
Para saber más sobre su historia hay una web que incluso incorpora recetas de la antigua Roma: www.aceitedeoliva.com


La Chinata es una cadena de tiendas que ofrecen todo tipo de productos en los que el aceite es el ingrediente principal, tanto para comer (patés, mermeladas, infusiones, salsas, aceitunas, condimentos o conservas),  como para usos cosméticos (cremas protectoras, jabones, mascarillas, geles y hasta champús). Llevan desde 1932 en el mercado oleícola. www.lachinata.es

Los dueños de La Chinata acaban de abrir La Melguiza,  en la calle Santiago, donde se pueden encontrar todo tipo de productos derivados del azafrán. www.lamelguiza.es

Y si al aceite de oliva se le considera el oro líquido, el azafrán es el oro rojo. Se necesitan 250.000 flores de azafrán para conseguir un kilo de esta especia, considerada la más cara del mundo, indicada para dar color y sabor a una comida. Y es que su cultivo, recolección y extracción de los estigmas o pistilos de la flor  (que son los que llevan el color),  es muy delicado. Para que os hagáis una idea, un kilo puede alcanzar los cinco mil euros.
Hay referencias al azafrán que lo sitúan en el año 2300 a.C. Todas las grandes civilizaciones lo han usado: griegos y romanos teñían la ropa de matrimonio con él y también lo usaban como perfume; y los egipcios coloreaban las mortajas de las momias; rojas para los hombres y amarillas las mujeres. También se ha usado como medicina.
España es el segundo país productor de azafrán, detrás de Irán. Se cultiva fundamentalmente en La Mancha, pero también en Cataluña y Aragón.





Y, para terminar, un dulce: los caramelos de violeta. Son tradicionales en Madrid, ya que eran los favoritos de la Reina Victoria Eugenia. Sin embargo, sus orígenes son franceses, concretamente de Toulouse. Lo que sí es muy madrileño es la flor, pues las montañas que rodean la ciudad están plagadas de ella. El caramelo se elabora con la esencia de la flor y la imita en cuanto a su pequeño tamaño y el color.


La tienda La Violeta (www.lavioletaonline.es) abrió sus puertas en 1915. Se dice que el rey Alfonso XIII venía personalmente a comprar dos cajas: una para su mujer, Victoria Eugenia (pues eran sus dulces favoritos), y otra para su amante, Carmen Ruíz de Moragas. Todos los productos que se vende aquí se elaboran en Madrid y llevan la violeta como ingrediente principal: mermelada, miel, té, frutas confitadas, chocolates y marrón glacé.


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