domingo, 9 de octubre de 2016

MURALLAS DE MADRID


Madrid es hoy una ciudad abierta y casi casi inabarcable. Pero hubo un tiempo en que sí estaba cerrada, como medio de prevención de invasiones: crirstianas, árabes, francesas...
La primera muralla de Madrid es la árabe y data del siglo IX d.C. En total, tenía un longitud de 980 metros y tres puertas, aunque, obviamente, no se ha conservado en su totalidad. Se cree que en el siglo X fue remodelada tras un asedio cristiano. De entre los siglos XI y XII es la fortificación cristiana también conocida como muralla medieval, que se levantó en la ciudad cuando la corona de Castilla derrotó y echó a los árabes (allá por el año 1085). La urbe se hizo más grande, de ahí que este cerramiento es de mayores dimensiones que el recinto amurallado árabe, llegando a abarcar 2200 metros. Tenía unas 140 torres, una cada 10 metros,  y cuatro accesos. Estaba rodeado de un foso (por eso, muchas calles del antiguo Madrid hacen alusión a estas zanjas, como Cava Alta, Cava Baja). Cuando la capital se instaló en Madrid, en 1580, la mayor parte  fue demolida.
Aunque puede hablarse de un tercer muro, mandado edificar por Felipe II. Sin embargo, de ésta apenas si quedan escasos restos. Un paseo por esta parte del núcleo urbano, nos descubre algunas huellas de estas edificaciones defensivas que se mantuvieron, en muchos casos, como sustento de otras construcciones. Aquí tenéis algunas.


Restos de la muralla árabe en el Parque Mohamed I, el emir cordobés que fundó Madrid en el siglo IX (hay muchas teorías sobre el orígen del nombre pero una de ellas lo explica porque la hija de este gobernador se llamaba así. Precisamente fue ella la que se enamoró de este lugar, por lo que su padre decidió levantar aquí una fortificación para defender Toledo). Está frente a La Almudena, en la Cuesta de la Vega.

Este es el fragmento mejor conservado de una muralla que protegía el alcázar -donde hoy está el palacio real-, la mezquita y la casa del emir (gobernador).  Destacan sus cuatro metros de altura, en piedra caliza y ladrillo.

En la Boulangerie Santa Eulalia (antiguo Centro de Estudios Jovellamos), en la calle del Espejo,  pueden verse también rastros de la muralla cristiana que datan  del siglo XII

A través de un cristal, pueden verse lor restos de la muralla en el subsuelo del local. El hallazgo arqueológico surgió cuando en el año 2009 se acometió una reforma en el edificio.

Esta parte de la muralla cristiana está en la calle Escalinata, junto a Ópera. En el  restaurante Hollywood, que está justo al lado, se puede ver otro lienzo.

Aquí se percibe perfectamente el arco de medio punto. La pena son las numerosas pintadas que cubren los vestigios.

Este lienzo de 16 metros de largo y 11 de alto está en la Calle del Almendro.

Tras la verja de un solar vallado, están estos restos mal conservados. 








Cuando en 1991 se reformó el Senado, aparecieron estos vestigios de lo que fue la antigua cerca de Felipe II que se remonta a 1567. Al parecer, se levantó con fines sanitarios, más que defensivos (en aquellos tiempos hubo una epidemia de peste que diezmó considerablemente  la población). Abarcaba 125 hectáreas (más de lo que hoy ocupa el Retiro), y tenía 8 puertas. Extramuros (donde hoy está la Puerta del Sol), se construyó el hospital del Buen Suceso que albergaba a los apestados.




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