jueves, 27 de octubre de 2016

EL ESCULTURAL CIELO DE MADRID


De todos es sabido que no hay atardeceres más bonitos y coloridos que los que pueden contemplarse en esta ciudad. Pero es que, al alzar la vista, muchos edificios de Madrid coronan sus azoteas con esculturas, privilegiadas guardianas de las alturas, que contribuyen a hacer de estos cielos otra obra de arte. La mayoría de ellas pasan inadvertidas al viandante, pues están a muchos metros del suelo. Pero no por ello hay que ignorarlas. Aquí podéis apreciar algunas de ellas.


En una de las cubiertas de la Catedral de la Almudena destacan los doce apóstoles, situados sobre los pilares que rodean la cúpula. Hechos en bronce, son obra del escultor catalán Luis Sanguino, autor, también de las grandes puertas de bronce verde pompeyano que preservan el templo.


Esta sede de una compañía de seguros, cobija en un recodo la estatua de Níobe, esposa de Anfión, rey de Tebas, con quien tuvo mucha prole. Sin embargo, todos sus hijos fueron asesinados.

Un Ave Fénix corona este edificio de aire neoyorquino en la calle Alcalá.

Un gato rojo, sí. Es lo que puede verse en la azotea de un edificio expositivo que pertenece a la Comunidad de Madrid,  en el 31 de la calle Alcalá. 30 metros le separan del suelo. Por eso, no mucha gente se percata de su presencia. Es obra de Eladio Mora, también conocido como "dEmo". Mide 60 cm y lleva en este privilegiado lugar desde el año 2008.


Sobre la cúpula de este edificio, que hasta 1921 fue el más alto de Madrid con sus 45 metros, puede verse una victoria alada obra de Federico Coullaut Valera. Está allí desde 1972 (anteriormente había una figura que representaba a Ganímedes sobre un Fénix).

Dos cuádrigas rematan los torreones de este edificio que es la sede del Banco de Bilbao. Representan fuerza y poder, precisamente igual que la sede financiera que custodian desde 1922. Se dice que, originariamente, eran de latón dorado, pero durante la Guerra Civil hubo que pintarlas de negro para que no se vieran desde el aire y los aviones de combate no pudieran bombardear las posiciones republicanas.

Cada monumento pesa 25 toneladas. Son obra del bilbaíno Higinio Basterra.

En lo alto de la finca donde está la sede del grupo PRISA, en la calle Gran Vía,  despunta esta obra que representa el rapto de Ganímedes (un príncipe troyano del que se enamoró el mismísimo Zéus, que se transformó en un águila, lo secuestró y lo llevó al Monte Olimpo para que fuera su amante).


En la azotea de edificio de la calle Milaneses, junto a  Mayor, hay una escultura del Ángel Caído. Se llama "Accidente aéreo" y adorna el inmueble desde enero de 2005. Pesa 300 kilos y está realizada en bronce. Fueron sus moradores los que se la encargaron al artista Miguel Ángel Ruíz Beato.

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