lunes, 27 de marzo de 2017

¡¡¡¡TAN MAYOR Y TAN MAJA!!!!




La emblemática Plaza Mayor cumple este año la friolera de 400 años y lo está celebrando con numerosos actos programados por el Ayuntamiento (como un baile de máscaras el pasado Carnaval, conciertos o la instalación de un graffiti con luz y otras proyecciónes coicidiendo con la llegada de cada estación).

Los orígenes de este lugar, conocido inicialmente como Plaza del Arrabal, que era donde estaba el principal mercado de la ciudad, se remontan al año 1580, cuando Felipe II le encargó su construcción a Juan de Herrera (el mismo arquitecto que hizo, entre otros muchos proyectos el Monasterio de El Escorial, el Palacio de Aranjuez, la Catedral de Valladolid o el Puente de Segovia, en Madrid).
La Casa de la Panadería fue el primer edificio que se levantó en 1590. Las obras las concluyó el arquitecto Juan Gómez de Mora  entre 1617 y 1619



Mide 129 metros de largo por 94 metros de ancho. Los edificios que hay son viviendas de tres plantas. En total, 237 balcones dan a la plaza.




La Estatua de Felipe III, que pesa cinco toneladas y media,  es obra de Juan de Bolonia y del florentino Pietro Tacca quien, por cierto, también hizo la estatua de Felipe IV que se halla en la Plaza de Oriente.
La que nos ocupa data de 1616. Originariamente estaba en la Casa de Campo. En 1848 la Reina Isabel II decidió trasladarla a su ubicación actual.
Aunque fue su padre,  Felipe II, quien trajo la corte a Madrid en 1561, Felipe III fue el primer monarca que se instaló aquí.







En 1931, con la llegada de la República, un petardo de gran potencia introducido en la boca del caballo, destrozó la figura. La estupefacción de los asistentes fue más por lo que se descubrió en las entrañas del caballo mutilado: miles de huesecillos y plumas de pájaro. Y es que, al principio, el caballo tenía la boca abierta. Por ella accedían las aves que, una vez dentro, no encontraban la forma de salir. Por lo que durante siglos fue un cementerio para estos gorriones.  Cuando, después de la guerra civil, se restauró la estatua, se optó por cerrarle la boca al equino.








Esta plaza ha sufrido tres grandes incencios a lo largo de su historia: el primero en 1631; el segundo en 1670 y, el último y más funesto, en 1790. El encargado de dirigir las labores de extinción de este último fue Sabatini. Sin embargo, fue Juan de Villanueva quien acometió, posteriormente, la reforma de la plaza. Su gran obra fue abrir grandes arcadas de acceso cada pocos metros, con el objeto de facilitar la evacuación y extinción en caso de producirse otro incendio.










 Hay diez accesos a la plaza. Tal vez el más conocido es el Arco de Cuchilleros (su nombre oficial es la calle de la Escalerilla de Piedra). Es obra de Juan de Villanueva y data de 1790. Su nombre se debe a que .en la calle de Cuchilleros se hallaban los talleres de los fabricantes de cuchillos que abastecían a los carniceros que se encontraban dentro de la plaza (la Casa de la Carnicería es la que está justo en frente de la Casa de la Panadería). 



En esta plaza han tenido lugar desde corridas de toros, hasta ejecciones públicas (especialmente por garrote vil y degollamientos con hacha o cuchillo), y los Autos de Fe de la Inquisición. Pero también han habido batallas navales y muchas otras celebraciones festivas (teatro, conciertos -como los de San Isidro- misas, etc). Desde 1860 tiene lugar aquí el tradicional Mercado de Navidad.

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